Puede parecer un espejismo. Puede esconderse entre las tormentas de arena, en el sonido sibilante de los granos que golpean fuerte uno tras otro como una lluvia seca. Puede ocultarse detrás de las noches negras, estrelladas con tantas luces como jorobas de camellos. Puede simular un manantial deseoso bajo palmeras ocre que se confunden entre las huellas que, apenas, duran unas horas. El desierto parece la nada. Pero está repleto de riquezas. En él un ecosistema sostiene la rutina del frío extremo en la nocturnidad y el caluroso abrazo del astro rey desde que asoma hasta que fenece. En esa gama tan inmensa como la ausencia del horizonte, aparecen expresiones de ingobernable esplendor. Lujos que ofrecen refugio de quinta gama. Paraísos de sultán que tienen bajo sus alas todo lo que un desprevenido ubicaría en su oasis. Nos vamos en un recorrido que hilvana 5 palacios en el desierto para dejarte sin palabras.

En medio del desierto más árido del mundo se teje una maraña de sofisticación. En Awasi Atacama, Chile, todo comienza al bajar del avión. Tu chofer, el mismo que te acompañará toda la estadía, es un guía local experimentado que armará con vos el itinerario completo de tu experiencia. Una docena de suites privadas inspiradas en las construcciones circulares de un poblado pre-incaico cercano a Awasi, hechas de adobe, piedra y madera, cubiertas de techos de paja, con grandes espacios y baños conectados con patios privados con duchas al aire libre, son el deleite del viajero que reposa luego de una jornada que sumerge en lagos inesperados, flamencos de rosas estridentes, noches que la NASA vigila desde su observatorio cercano, géiseres que le ponen humo de cigarro al amanecer, desayunos a la intemperie cuando sale el sol, piletas tibias naturales, fauna y flora desbordantes, todo bajo el paraguas de un lujo magnánimo, bien entendido. Sin estridencias, sino con contundencia.

Armonía con el entorno, cuidado del medioambiente, gastronomía que recupera ingredientes y tradiciones, compromiso con las tribus locales. Awasi tiene un encanto de vanguardia, donde lo que pesa es la experiencia personal atravesada por Atacama en toda su inmensidad de posibilidades.

Agafay, un paisaje lunar en Marruecos, a pasos de Marrakesh, es el escenario de Scarabeo Camp para sus tiendas blancas bajo la mirada de la imponente cordillera del Atlas. Da la impresión de estar en el fin del mundo. La decoración sumerge en una expedición de la época dorada de los exploradores, un viaje a tiempos sencillos. Desde las hogueras vespertinas hasta el aroma del pan fresco transportado en el aire puro de la madrugada, el campamento imbuye a sus huéspedes en la serenidad y la magia, una alquimia propicia para el ensueño errante.

Esteras africanas, alfombras bereberes, recuerdos de viajes lejanos, farolitos marroquíes… Uno se encuentra proyectado fuera del tiempo alojándose en amplias y cómodas suites, repartidas en un amplio espacio iluminado por la luz de las velas.

En una hermosa planicie árida con vistas lejanas, dominada por rocas oscuras, se levanta un pequeño campamento selecto dedicado a recepciones exclusivas. Los participantes pueden disfrutar de un menú personalizado al atardecer, en total privacidad.

A una corta caminata o en auto desde Amangiri, en Utah, Estados Unidos, en medio de un paisaje sobrenatural de 250 hectáreas de imponentes mesetas, cañones tajados con una oz divina y arenas de color óxido, el retiro de tiendas de campaña de Camp Sarika promete una experiencia íntima de regreso a la naturaleza en el corazón del desierto de la región. El grupo del campamento de 10 pabellones con techo de lona, cada uno con una piscina privada, se centra en un salón compartido, un restaurante y un área de piletas exteriores: un enclave de aislamiento contemplativo en uno de los lugares geológicamente más dramáticos de la Tierra.

Camp Sarika parece realmente apartado del resto del mundo, un lugar donde el sentido de conexión con la naturaleza es mucho más fuerte que los lazos con la vida moderna de la ciudad. Una idea perfecta para experimentar una nueva frontera, una atmósfera caracterizada por la comunidad y la paz, con sesiones de yoga y meditación al aire libre en un entorno de belleza natural conmovedora.

Con tres parques nacionales y la Reserva de la Nación Navajo apenas al lado, este campamento de lujo es un punto de entrada único a la naturaleza salvaje del viejo oeste, con caminatas guiadas por el desierto y la montaña en su propio sistema de senderos, un programa de expediciones en cañones y un diseño de estadía a medida. Por la noche, la fogata cobra vida y los residentes se reúnen para contar historias bajo el vasto cielo resplandeciente de estrellas.

En las afueras de Abu Dabi espera el desierto de arena más grande del mundo, el Rub al-Jali. Qasr Al Sarab by Anantara se eleva sobre las dunas de color fuego como un espejismo, invitando a la aventura en los estilos más lujosos. Atravesar el Rub ‘al Khali en camello. Disfrutar de la gastronomía bajo los cielos del desierto. Relajarse con los rituales de hammam y rosa del desierto. Elevadas puestas de sol desde tu propio balcón. Un panorama desértico desde tu envolvente tumbona ubicada en una exuberante terraza ajardinada frente a la belleza árida.

Emergiendo del desierto, esta joya está rodeada por nada más que dunas de arena e infinitas superficies de desierto abrasado por el sol, es un palacio digno de cualquier sultán de cuento de hadas. Es tan exuberante su belleza que parece surgido de un dibujo animado capaz de producir toda la belleza exagerada que la imaginación puede proveer. Como si fuera poco, el telón de fondo pinta una escenografía que enmudece hasta al viajero más audaz.

A todo lo dicho se suman cuatro restaurantes y una piscina flanqueada por palmeras que se dibuja como un oasis de película.

Justo al norte de Dubai, The Ritz-Carlton Ras Al Khaimah, Al Wadi Desert invita a los viajeros aventureros a conectarse con la naturaleza y la cultura en medio de la belleza de una reserva protegida de 500 hectáreas.

El Experience Concierge del resort puede organizar una caminata por el desierto en camello o a caballo, una lección privada de tiro con arco o una noche de observación de estrellas. Las villas de lujo cuentan con piscinas privadas al aire libre e impresionantes vistas al desierto, frente a las aguas del Golfo Arábigo y las magníficas montañas Al Hajjar.

La belleza del desierto de Arabia ha sido un secreto de los beduinos guardado durante miles de años. Ahora, los visitantes pueden experimentar la tranquilidad, los paisajes pintorescos extraídos de historias mágicas y rica cultura montada capa tras capa para descubrir la tierra y su gente, creando una experiencia inolvidable.

El lujo en los Emiratos Árabes Unidos no tiene límites, y las villas de este complejo de Ras Al Khaimah no son una excepción, inspiradas en las tradicionales tiendas beduinas, guardan todos los detalles que recrean una historia de profundo arraigo y empatía con el desierto.

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