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La Puerta de Alcalá no desaparecerá, pese a encontrarse en obras, del paisaje de Madrid. El monumento, uno de los más fotografiados y turísticos, seguirá siendo objeto de deseo y parada obligatoria de visitantes para hacerse sus selfis de recuerdo, puesto que una lona a tamaño real actuará como réplica exacta para intentar no perderse un detalle de la majestuosa construcción ordenada por Carlos III en 1769.
Esta suerte de lienzo está fabricado en poliéster recubierto de PVC y cubre una superficie de 2.200 metros cuadrados con un diseño exterior que permite la contemplación, como si fuese un trampantojo, del bien cultural, gracias a un trabajo de última tecnología realizado con impresión digital a base de fotografías. Para componer la lona –que ya ha empezado a instalarse– han sido necesarias más de una veintena de imágenes en alta resolución que, posteriormente, se han unido como si se tratara de un puzle. «Las uniones quedarán termoselladas de tal modo que no se aprecien costuras ni dobleces», informan fuentes del Área de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid.
Las imágenes se han hecho desde los distintos puntos de vista del monumento, alrededor de todos los alzados, para que el resultado sea exacto. Para ello, se han tomado a diferentes horas del día con el objetivo de evitar sombras y han sido tratadas en un proceso de reconstitución para dar perspectivas, texturas y color. Al imprimirse en tamaño real, se ha necesitado utilizar lienzos de trabajo con más de tres millones de píxeles.
La tarea ha corrido a cargo de la arquitecta Liia Vesa, graduada en la Universidad de Alcalá de Henares, que ya ha trabajado en los diseños mimetizados de las fachadas de la Universidad de Alcalá (Patrimonio de la Humanidad), la Casa de la Panadería de la Plaza Mayor o la rehabilitación del Congreso de los Diputados.
Así, la función de esta réplica, además de permitir a los ciudadanos disfrutar de la Puerta de Alcalá, es constituir un cierre de seguridad del monumento, protegiéndolo de posibles intrusiones durante la remodelación. La primera fase de los trabajos, que se prolongará hasta septiembre tras hacer un primer análisis del estado de conservación, se centrará en hacer la redacción del proyecto de intervención.
El monumento erigido en 1778 se cubrirá con una lona hasta el mes de septiembre para el diagnóstico de su estado de conservación
Los estudios técnicos serán los que permitan saber con certeza qué afecta al estado del monumento y, para ello, es necesario colocar andamios que cubren por completo la Puerta del Alcalá y que han sido diseñados a su medida. La lona –que estará hasta el 2 de octubre– será la que tape esos andamios, dándoles también estabilidad en caso de viento. Tanto el andamio como la réplica recorren los más de 120 metros lineales de las cuatro fachadas del monumento.
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