La abogacía es observada con glamour por formar parte de guiones cinematográficos y telenovelas destacando el desempeño de los profesionales en los tribunales.Foto: DivulgaciónEl reciente caso de un pasante que saltó del 7º piso de un bufete de abogados en São Paulo, el pasado jueves (11), arroja luz sobre un problema real: el alto nivel de estrés de los abogados.La profesión es observada con glamour por ser parte constante de guiones de películas y telenovelas destacando las actuaciones de los profesionales en los tribunales, pero esconde un lado que conduce a la enfermedad mental y física.Autora del primer estudio realizado en Brasil sobre la salud física y mental de abogados, psicóloga y profesora universitaria Fátima Antunes, maestra en Psicología Social con formación en manejo del estrés por la International Stress Management Association, dice que el estrés es una realidad incuestionable en el segmento de la abogacía, que se establece principalmente a partir de las exigencias psicológicas asociadas al trabajo y al perfil requerido del profesional.“Aunque hay un gran sufrimiento por parte de muchos abogados e incluso pasantes, les cuesta asumir que necesitan algún tipo de apoyo emocional. El estrés en los abogados no existe. Creo, sin embargo, que con la situación de la pandemia provocada por el nuevo coronavirus, la gente hoy comprende mejor que la salud mental compromete la salud física, las relaciones y los resultados laborales”, analiza la psicóloga Fátima Antunes.Fátima Antunes, autora del libro Estrés en los abogados, dice que es fundamental que aumente la posibilidad de comprender la importancia de la mirada atenta y el celo por la salud mental, incluso como forma de sobrevivencia a la realidad de la profesión.“La exigencia psicológica de los profesionales es muy alta. Por eso, es importante aprender a manejar la inteligencia emocional. Y, quizás, te preguntes: ¿pero el estrés en la profesión no es igual para todas las carreras? No, cada profesión tiene sus especificidades. eso hay que considerarlo de manera particular", enseña.Según Antunes, es común que los profesionales de esta categoría se enfermen, ya sea por diabetes, presión arterial alta, problemas renales o cardíacos o trastornos psicológicos.Esta situación se da porque el éxito del trabajo de un abogado no necesariamente depende de él.La victoria de un caso depende en última instancia de la comprensión del juez, no necesariamente de la actuación de la persona que representa ese proceso.La presión es grande, incluso porque, en muchos casos, la remuneración está asociada a la victoria de la causa”, destaca.Antunes señala otros factores de riesgo para la salud mental del abogado.“El servicio del abogado se solicita cuando hay algún tipo de conflicto. En una pelea de pareja, por ejemplo, este profesional, sin la debida preparación para ello, tiene el rol de mediador. El estrés es constante cuando hay algún tipo de asunto legal en juego", subraya.Según Antunes, el abogado se prepara durante su formación para ganar siempre.“Claro que eso no pasa. Entonces, hay que aprender a lidiar con la frustración de perder un caso. El estrés no está directamente relacionado con la especialidad, ya sea penal, laboral o familiar. Lo que más cuenta es la presión por salir adelante. , incluso para garantizar el retorno financiero", evalúa.Según el registro nacional de profesionales que lleva el Consejo Federal del Colegio de Abogados de Brasil, hay aproximadamente un millón de profesionales del derecho en el país.São Paulo encabeza la lista, con más de 282 mil abogados, seguida de Río de Janeiro (138 mil), Minas Gerais (102 mil) y Rio Grande do Sul (75 mil).Los estados brasileños con menor número de abogados son Roraima (1.500), Amapá (2.400), Acre (3.000) y Tocantins (5.000).Decisión contradice acción de inconstitucionalidad propuesta por Bolsonaro, que tenía veto anulado por el CongresoUnidad de la Alcaldía de Niterói fue creada para atender pacientes con Covid-19 y hoy ofrece varias especialidadesLa práctica puede reducir síntomas emocionales como el miedo a la muerte, el pánico y la ansiedad.© 2022 ¡Yo, Río!- Reservados todos los derechos.